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martes, 6 de enero de 2015

Diagnóstico sobre la inclusión de ciegos a la educación superior

La Asociación de Estudiantes y Egresados Ciegos Universitarios de Panamá (AEECUP) realizó, durante tres días, una jornada en la que se abordó, a profundidad, la situación actual del discapacitado visual a nivel de la Educación Superior en nuestro país.

La actividad celebrada bajo la denominación “La Educación Superior como medio para alcanzar una Vida Independiente”, devino en radiografía o auscultación acerca de si nuestra sociedad está a tono con su obligación de superar/eliminar toda circunstancia que constituya barrera o tropiezo al pleno, normal y satisfactorio desenvolvimiento  de seres humanos con distintas  discapacidades (incluida, la visual).    

Con nutrida asistencia de personas invidentes y de algunas videntes (en calidad de voluntarios), la AEECUP celebró, de manera inmejorable, adecuada y pertinente, el XXX Aniversario de su fundación:

¿Cómo? Dando los primeros pasos hacia el encuentro de un diagnóstico de la condición en que se halla el derecho a la educación superior de las personas ciegas. Y procurando que la inclusión de seres humanos invidentes en estos ámbitos, sea cada vez más palpable.

Las ponencias, los trabajos en grupo y paneles, dieron importante fruto: la identificación/hallazgo de paradigmas, condiciones, realidades y ambientes injustificables:

>Las barreras arquitectónicas.

>En lo que se refiere a la relación Sistema Braille (SB)-nuevas tecnologías, tenemos que las cintas magnetofónicas, grabadoras digitales y los programas de síntesis de voz no enseñan ni reglas ortográficas, ni normas de redacción (situación en la que la persona no vidente se ve afectada).

Para subsanar esta deficiencia, se hace necesario reforzar la enseñanza de éstas  a niveles de educación básica general, a través de los docentes integrales y en los programas de rehabilitación de personas no videntes adultas. Además, se recomienda que /una vez rehabilitados/ continúen practicando el SB (ya que, en algunos casos, éste ha sido sustituido por las grabaciones).

>Se reveló que, la falta de dominio del SB entre los no videntes, se debe (entre otras razones) al déficit que muestran las personas encargadas de enseñarlo. Se conoció que, en las universidades en las que se imparte como carrera Educación Especial, el SB ocupa apenas un semestre (y en algunos casos, los alumnos mandan a hacer los trabajos reusando su verdadero aprendizaje).

>Aparte de experiencias satisfactorias respecto a la inclusión de las personas con discapacidad a nivel de la educación superior, salió a relucir que persiste cierta resistencia del docente hacia el desempeño de las personas con discapacidad en el aula de clases (al punto de ignorarles y apartarles del curso).

Respecto  este delicado asunto, se hace necesario mantener -de manera constante y continua- el trabajo de sensibilización hacia los estamentos docente, administrativo y estudiantil.

>En situaciones más graves (y lamentables), los profesores y el personal administrativo de ciertas facultades universitarias, pretender decidir qué pueden estudiar las personas con discapacidad visual (incluso negándoles el ingreso a determinadas carreras).

>Se detectó la necesidad de hacer adaptaciones curriculares desde el proceso de admisión de los estudiantes no videntes a las universidades, puesto que algunos instrumentos que se utilizan son totalmente inaccesible para que el no vidente las pueda usar por sí solo. Esta circunstancia produce un efecto engañoso al momento de medir sus aptitudes académicas.

>Se requiere que sea atendida y asumida la responsabilidad porque las universidades estén equipadas con herramientas que faciliten el acceso a la información de (a) las personas invidentes /ejemplos: -salas donde haya, por lo menos, una PC adaptada con lectores de pantalla  -secciones con audiolibros,       -obras en el Sistema Braille, -programas de magnificación de pantallas para PC (o textos en macro tipo que puedan responder a las necesidades de las personas con baja visión).

(Nota: los retos a superar para lograr la accesibilidad a herramientas y recursos importantes, lo enfrentan los Centros Regionales de la UP, así como otras universidades estatales y privadas, ya que la sede central de la Universidad de Panamá cuenta con casi todas esas facilidades).

>Necesidad que el personal encargado de la atención a los usuarios en general, cuenten con un mínimo de formación para el manejo de estas ayudas técnicas. Se aportó como ejemplo y motivo, que en una de las universidades que cuenta con una impresora de Braille, los interesados no pueden obtener provecho alguno de esta herramienta fundamental, debido a  falta de preparación del personal que debe brindar este servicio.

>Hace falta la adecuación de la gran mayoría de las plataformas académicas de las universidades, toda vez que el uso de imágenes y gráficos indiscriminadamente imposibilita muchas veces el uso de los lectores de pantalla, tales como jaws, NVDA, entre otros y los magnificadores de pantalla en beneficio de aquellos compañeros de baja visión.

>Hacer un verdadero abordaje de las adaptaciones curriculares en los cursos donde son preparados profesores para impartir clases a nivel universitario, sean inducciones, licenciaturas o postgrados en docencia superior.

>Llevar a cabo programas de orientación profesional dirigidos a estudiantes con discapacidad visual de enseñanza media, con el fin de que dichos alumnos conozcan las distintas opciones académicas que ofrecen las universidades del país, las ayudas tecnológicas existentes y las alternativas que el mercado laboral ofrece al momento del egreso de los claustros universitarios.

>Impulsar iniciativas tendientes a mejorar y reforzar las competencias que las personas con discapacidad visual deben reunir para el logro de su inclusión social en términos absolutos.

En cuanto a la auto-exhortación al cambio de actitud de las personas invidentes y a los humanos con discapacidad en general, propusieron que las personas con discapacidad visual (y otras):                  

Se empoderen de sus derechos, y se hagan conscientes de la necesidad y obligación de ocupar el espacio que tienen en la sociedad.

Asuman, con responsabilidad, un compromiso con su propia persona: el de sobrepasar /con firmeza, tenacidad y sin titubeos/ la adversidad que resulta de vivir con dicha limitación.

Generen una transformación con la cual dejen de ser objetos de otras personas y logren convertirse protagonistas de su propia historia.

Uno de los promotores del importante encuentro señaló “el problema no es la persona con discapacidad, sino más bien la sociedad en la que vive, debido a que la misma no provee las condiciones necesarias (eliminando barreras arquitectónicas y propiciando accesibilidad, etc.). Al no mantener las condiciones capaces de atender las necesidades de los humanos con capacidades disminuidas, es la comunidad social la que obstaculiza su integración. 

Encomiable y valiosa es la labor desarrollada por la AEECUP, desde los años 80, por mantener y perfeccionar la inclusión. Luego de la creación de la Oficina de Equiparación de Oportunidades (OEO) de la UP, ambas entidades realizan diversas acciones mancomunadas dirigidas al logro de los mencionados objetivos. (Redacción Ángel Molina)
                                                                                      
   
    


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