Hace exactamente sesenta y tres años, que mediante
la ley No.1 del 22 de octubre de 1948, se declaraba el 27 de octubre de cada año como
Día del Estudiante. Aún cuando carecemos
de suficientes elementos históricos y veraces, que revelen las razones que
llevaron al gobierno de aquel entonces, a escoger ese día como día del
estudiantado panameño; lo cierto es que no fue nunca una dádiva o concesión
generosa que se les hacía. Con él se venía a sintetizar de algún modo, las
numerosas y brillantes páginas de lucha, resistencia y patriotismo, que hasta
ese momento había escrito una juventud estudiosa, decidida a participar
activamente en la construcción de un país más justo.
Nuestra juventud ha sido una protagonista esencial y
decisiva en la historia panameña. Por eso las actuales generaciones tienen la
obligación de conocer y rescatar los incontables gestos de sacrificios y
entrega a la Patria, que a todo lo largo de nuestro devenir histórico, han
tenido en la juventud, y principalmente en la que se agita y debate en los
centros escolares y universitarios, al destacamento más resuelto y comprometido.
Victoriano Lorenzo, Pedro Prestán, Ascanio Arosemena y tantos otros héroes y mártires
de nuestro país, se han inmolado en plena juventud y teniendo solamente como interés
superior, la defensa del decoro y de la nacionalidad panameña.
El
mundo que se ha configurado en la primera década del siglo XXI, está inmerso en
grandes incertidumbres y profundas y complejas crisis, que afectan a toda la
Humanidad y donde Panamá por tanto, no es la excepción. No hay duda alguna, que
a nuestra juventud universitaria nada de esto le resulta ajeno. Por ello sabe
que tiene el deber no sólo de estudiar con mayor empeño, sino también de asumir
las responsabilidades que la época le impone y estar a la altura del legado de
las generaciones pasadas. Cuentan con el talento, los conocimientos, los
valores y las energías suficientes, para hacer de este mundo y de nuestro país,
un lugar mejor.
¡Hagamos
de este 27 de octubre un tributo merecido y necesario a los que hicieron
posible un día como éste y a los continuadores de la estirpe rebelde de la
juventud estudiosa panameña! Mantengamos ardiendo eternamente esa flama indómita,
porque como dijera José Ingenieros: “juventud
sin rebeldía es servilismo precoz”.
¡Felicidades
estudiantes!
Eldis Barnes
Molinar
Vicerrector
27 de octubre
de 2011
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