Estudiantes de IV y V
año de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá
tienen la oportunidad de realizar labor social, brindando asistencia legal de
manera gratuita, a personas que no están en condiciones de pagar el servicio de
un abogado.
El Consultorio de
Asistencia Legal, en el que los alumnos prestan servicio 96 horas, es un
laboratorio donde ellos ponen en práctica todo el conocimiento adquirido, y donde convergen elementos de
formación académica, profesional, humana y social.
En esa oficina son
atendidos casos de familia, civiles,
administrativos, laborales y penales, de manera específica:
Los que tienen
relación con Violencia Doméstica, Lanzamientos (u orden de desalojo de una
vivienda), Formalización de Contratos, Demandas de Divorcio, Prescripción de Tierras,
Pensiones Alimenticias, Despido de trabajadores, incluyendo a las empleadas
domésticas.
De igual manera, en
los cubículos de esta oficina se orienta al público consultante respecto a
asuntos de vivienda (tales como Aumento de Canon, Lanzamientos, Contratos, Desahucios,
Pago por Consignación), diligencias para reintegro o Amparo de Garantías, investigación
socio-económica del contribuyente, penales excepcionalmente, cuando hay menores
involucrados, siempre que no sea homicidio, hurto, robo o violación. En pocas
palabras, todo tipo de asesoría, aunque no se atienda el caso.
Aunque el servicio es
totalmente gratuito, los gastos del proceso los debe pagar el usuario (ejemplo:
certificados, copias, peritajes, de transporte, etc.).
A estudiantes y
colaboradores del consultorio se les solicita participar en las ferias
gubernamentales de armas por comida. El Consultorio Jurídico tiene presencia en
Bocas del toro, Veraguas, Los Santos y Herrera.
Además de la
participación en la referida oficina, los estudiantes de tercer año de la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, se desempeñan en diversos roles en el
Órgano Judicial en atención de un convenio firmado entre esa institución y la
Universidad de Panamá.
Carlos Castillero V. manifestó que se sentía muy bien
ayudando a ciudadanos de estratos
socioeconómicos humildes, en sus gestiones para resolver diverso tipo de
asuntos de carácter legal. Agregó que consideraba que es una retribución a la
sociedad por todo lo que había aprendido en la Universidad
Al ser entrevistado tenía seis días
de estar brindando este servicio, tiempo en el que había observado que los
casos más comunes en estas oficinas son los que se refieren a trámites para
establecer Pensión Alimenticia, Filiación, Impugnación de Paternidad, Desalojo, formalización de Contratos de
Arrendamiento y Maltrato Doméstico.
Indicó
que, aproximadamente estaba atendiendo de 5 a 10 personas diariamente. Además, a
los estudiantes les toca darle seguimiento, en distintas instancias o
jurisdicciones, a los trámites que se inician en el consultorio. Que en esta labor social, cada estudiante
debe cumplir 96 horas.
Señaló que sólo le falta terminar la
tesis, y que -luego de tener la licenciatura- tomará Post-grado en Docencia
Superior y una Maestría.
Yaneth Barrera,
quien atiende deberes académicos de IV y V año de Derecho y Ciencias Políticas,
concedió esta entrevista cuando cumplía su segundo día de labor social en las
mencionadas oficinas.
“Nos toca hacer un
trabajo que se divide en dos partes. Una
la realizamos dentro del consultorio y la otra es afuera, en alguna institución
pública”, señaló Barrera.
“Esta experiencia permite que los estudiantes adquiramos o reforcemos sentido de
sensibilidad humana, de anuencia a servir a la comunidad, principalmente a
personas cuyos escasos recursos económicos hacen que o se les dificulte o sea
nula la posibilidad de pagarle a un abogados
para resolver sus problemas de carácter legal”.
“También la
Universidad cumple una misión de apoyo a la sociedad, al ir formando a los
estudiantes, no sólo teóricamente, sino en la práctica, para que estén preparados
de manera integral para desenvolverse en el campo laboral.
Aprendemos a hacer
los escritos. Con la ayuda de los docentes que nos orientan en el Consultorio
Jurídico perdemos el miedo, reforzamos la confianza en nosotros mismos
aplicando con mayor seguridad lo que hemos estudiado”.
Según su experiencia,
los casos comunes en los cubículos de atención son Sucesión Intestada, Guarda y Crianza, Divorcios, es decir: casos
de familia.
Un caso que le llamó la
atención fue el de un señor de más de 70 años que sufre del mal de Parkinson. Su
esposa falleció en diciembre del año pasado. Él
pide que se le ayude para hacer una sucesión de la propiedad de la casa
donde vivió con su esposa, para donarla.
Dijo que, aunque la
cantidad varía, atiende entre 10 a 12
personas por día.
Katherine Pérez, quien está
elaborando su trabajo final para convertirse en una profesional del derecho, apenas
tenía un día de estar practicando en las
referidas oficinas, cuando concedió estas declaraciones.
Manifestó
que, para su persona, servir en ese lugar es una labor satisfactoria.
“Considero que desde aquí se podría brindar un apoyo más rápido y eficaz, si
tan sólo fuesen establecidos o implementados
mejores métodos y procedimientos, y si se adquiriesen mejores
herramientas de trabajo”.
Según la percepción
de Pérez los casos más comunes son los de familia, citando como ejemplos los de:
Divorcio, Pensiones Alimenticias, Maltrato Infantil, Sucesiones y Violencia Doméstica.
Aseveró que en ese
centro de consulta son atendidas aproximadamente entre 20 a 25 personas o más
por día.
Agregó que los
estudiantes realizan otras tareas o actividades, entre ellas:
Realización del filtro,
es decir la primera atención del usuario y la respectiva asignación de un
número de expediente.
Redacción de Memoriales, que den origen e impulsen cada
uno de los procesos bajo la supervisión de un abogado.
Visitas a Juzgados,
Fiscalías, Corregidurías, a la DIJ y demás instituciones, con el fin de dar
seguimiento a los procesos designados.
Vocerías en procesos
asignados.
Participación en audiencias
con derecho a voz o en calidad de oyente.
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