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lunes, 5 de agosto de 2013

Mecanismos favorables en lugares de trabajo









 







El “lugar de trabajo” es un espacio al que seres humanos acuden en atención a uno u otro compromiso, a saber: el trabajador, a realizar labores, con cuyo producto una empresa, institución, organización/…/ ofrecerá bienes productos, asistencia o atención que la clientela obtendrá/consumirá con carácter de compra; o servicios con fines sociales o humanitarios. El jefe, a dar instrucciones y proporcionar, propiciar, crear las condiciones óptimas para la realización exitosa de las labores.  
 
Pero, qué se tiene en cuenta con la expresión crear condiciones óptimas?  ¿Sólo herramientas, equipos, insumos, instalaciones apropiadas, salario bueno o aceptable?  No, la expresión incluye un clima de interacción personal armónica, agradable.

Y ¿quiénes son los llamados coadyuvar al surgimiento y conservación de ese ambiente agradable, alentador, generador de positivismo y entusiasmo? Todos: jefes, mandos medios, supervisores, trabajadores, responsables de recursos humanos, representantes sindicales, clientes, accionistas. En otras palabras hay que atender y motivar para que todos los actores del sistema empresa, participen en esta filosofía de cambio empresarial.

Cómo hacer?

Previendo y atendiendo situaciones irregulares, que presentan riesgo de convertirse en conflictivas. Actuando, en este asunto, con impecables justeza e imparcialidad. Convocando las reuniones que sean necesarias. Provocando conversaciones (bilaterales, grupales) de sinceramiento, de serios y obligantes compromisos tendientes a la rectificación.

Encuentros de búsqueda de lo que nos une. Dinámicas y/o ingenierías en el nivel y hacia las direcciones y entre los ejes que sean necesarias. Es decir, verticales (jefes/trabajadores), horizontales (trabajadores/trabajadores), mixtas, transversales (entre áreas que -por su aparentemente lejanía- no dan lugar a fricciones).

Pero, acaso deberemos convertirnos en promotores de reconciliación, descuidando nuestro rol de jefe de una empresa o institución? No. Podemos buscar asesoría de profesionales de las ciencias de la salud mental

Como señaló el psicólogo Juan Virgilio Correa, aunque se produzcan cambios y medidas positivas, incluso si se lograse  una buena remuneración por la labor realizada, esos avances deben estar integrados dentro de un contexto en el que se comprendan las necesidades psicológicas de cada uno de los agentes que trabajan en el marco organizacional de la empresa: obreros, mandos medios y superiores, accionistas y clientes.

“El punto de mira debe estar centrado en el factor humano, eje clave del bienestar que se experimenta o no en una empresa. Que el ser humano es el principal agente al que hay que prestar atención”, considera el profesor titular de Psicopatología en la Facultad de Psicología de esta Primera Casa de Estudios Superiores.

Destaca que hace falta promulgar una ley que sea producto del consenso entre empleadores y  empleados, bajo la supervisión del gobierno; disposición legal que establezca alternativas, estrategias y mecanismos que, fundamentados en el trato digno y justo, reconozcan y den el derecho a todos los panameños, a salir de ese otro escenario en el que pasan ocho o más horas diarias trabajando,  satisfechos de las tareas realizadas, para llegar al hogar reflejando alegría y contagiándola a los demás.

Al propiciar tales condiciones favorables a los trabajadores, quienes constituyen un pilar fundamental del funcionamiento estable y armónico de la sociedad, no solamente se beneficia psicológicamente al empleado. La empresa logra también sus objetivos de producción, calidad e identificación del asalariado con los valores de la empresa.

Cuando un empleado percibe positivamente su trabajo, le encuentra un sentido, y tiene tendencia a sentirse bien física y psicológicamente y a reflejarlo en su comportamiento y sus actitudes. Es una persona puntual, diligente en su tarea, que ayuda a sus colegas cuando es necesario, que actúa en función del rendimiento esperado y que coopera para alcanzar los objetivos establecidos. Además, tiene una relación afectiva hacia su trabajo que puede ser reforzada por las relaciones con sus colegas, superiores y clientes.

     La prevención primaria, que en este trabajo se orienta al campo organizacional, pretende prevenir la aparición de nuevos casos de trastornos mentales y psicológicos de todos los tipos en la comunidad reduciendo los factores de riesgo. Su meta es la de crear una situación de vida óptima para todos los miembros de una población “equis”  en el campo laboral de manera que sean capaces de adaptarse constructivamente a cualquier crisis que enfrenten y puedan desarrollar un proyecto de vida satisfactorio.
    
Así pues, el programa preventivo primario identifica las influencias ambientales que son dañinas, como también las fuerzas ambientales que son útiles y positivas para resistir a las influencias adversas antes de que un trastorno mental se presente.
    
En la prevención primaria se trata de definir con mayor precisión los contornos del bienestar humano a través del estudio de los elementos positivos (fortalezas, emociones positivas) que, en este trabajo están relacionadas con el entorno organizacional del trabajo. En este tipo de prevención se interviene antes de que se produzca una percepción negativa del trabajo, es decir,
·         cuando el empleado considera que su trabajo no tiene sentido,
·         lo mismo que el contexto en el que se desarrolla y
·         presenta síntomas de estrés y/o angustia e incluso trastornos físicos;
·         la calidad de su compromiso es deficiente;
·         hace acto de presencia pero en un estado que le impide dar lo mejor de sí mismo;
·         su capacidad de vigilancia se ve afectada por el estrés,
lo que aumenta el riesgo de errores, omisiones y accidentes;
y lo mismo ocurre con su rendimiento;
·         bajo el efecto del estrés estas personas pueden llegar a desarrollar actitudes problemáticas que generan tensiones y conflictos con sus compañeros
·         se adoptan estrategias defensivas: revisión y ajustes de sus aspiraciones, modificación de sus valores, aumento de la importancia otorgada al salario.

La prevención primaria consiste, en pocas palabras, en la protección y promoción del bienestar psicológico a través de programas de educación y de “inmunización psicológica” para hacer frente positivamente a las condiciones de vida. 

Últimamente se ha puesto de manifiesto que los estados psicológicos  no sólo forman parte integral de la salud, sino que tienen influencia en la aparición de trastornos mentales y problemas físicos así como en los procesos de recuperación de las mismas.

 La percepción de personas sanas, marcada por un sentimiento positivo de uno mismo, un sentimiento de control personal y una  visión optimista del futuro, son una reserva y un motor de recursos que no sólo permiten a las personas afrontar las dificultades diarias, sino que cobran especial importancia a la hora de afrontar situaciones que pueden ser intensamente estresantes e incluso amenazantes de la propia existencia. Las empresas que apoyan el bienestar creando un ambiente laboral favorable hacia la salud psicológica tienen empleados más felices y con mejor salud siendo la empresa recompensada a nivel de la  productividad y crecimiento empresarial. Y los clientes también salen beneficiados, concluyó Correa.

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