En agosto de
2014, la Universidad de Panamá realizó el Encuentro Universitario de Gestión
Cultural, profundo ejercicio dirigido a radiografiar temas y ejes centrales de
una actividad que constituye columna vertebral para la transformación social en
beneficio de los pueblos.
El pasado abril
de 2015, la Primera Casa de Estudios Superiores retomó el rumbo iniciado. Y con el afán de ampliar y
consolidar perspectivas y posibilidades, emprendió este seguimiento, tomando en cuenta
la construcción de alianzas, como determinante factor de éxito en la importante
tarea.
Ante esta realidad, la Universidad
de Panamá y la Alcaldía de Panamá decidieron invitar a Lázaro Rodríguez Oliva, intelectual
con vasta experiencia en el universo de las actividades y expresiones culturales
humanas.
La Universidad del Arte
Ganexa y Universidad Metropolitana de Educación y Técnica (UMECIT) decidieron caminar
en el mismo sendero. Involucrarse al trabajo de este año, que está signado
con/por la firme intención de convertir
la gestión cultural en accionar y búsqueda permanente.
Del 20 al 23 de abril se
verificó la disertación de la conferencia “Políticas Culturales, Economía
Creativa y Desarrollo humano” seguida del
taller “Políticas Culturales y
Responsabilidad Cultural Universitaria”, bajo la orientación de Rodríguez Oliva.
Es la avanzada de coterráneos
conscientes de la necesidad de aprender, reaprender y
re-direccionar, entablar intercambio de
opiniones en torno a los qué, cómo y por
qué de los quehaceres inherentes a la cultura. Productos, políticas,
servicios, alternativas, estrategias, alianzas y capacitaciones necesarias.
De hacer -“sobre
la marcha”- un alto, para que, poco a
poco, vayan propiciando dinámicas en las que sean compartidas /resumidas,
unificadas/ opiniones, propuestas y experiencias, en una acción dirigida a
configurar un concepto integral y funcional de gestión cultural.
En éste se hizo
hincapié en la necesidad de construir una alianza de impecable calidad
incluyente, en la que sean tomadas en cuenta todas las manifestaciones,
inquietudes, razas, raíces, estratos sociales.
Es el desarrollo
de la tarea de instituciones y organizaciones; de los integrantes y
descendientes de distintas razas o etnias, que uno a uno conforman la identidad
y población de este istmo llamado Panamá. Es el intento de alcanzar un gran
consenso, visualizando que sólo uniendo
todos los retazos de verdades, será posible llegar a la verdad absoluta.
Durante las
sesiones del taller, Rodríguez Oliva compartió las enseñanzas
recibidas/asimiladas por él durante más de diez años, las cuales lo
llevaron a la reflexión sobre “la pobreza como condición cultural, y las tramas de
exclusión/inclusión de las políticas culturales en su atención o desatención,
hasta el más reciente estudio sobre las experiencias alemanas de la gestión de
conocimiento para la economía creativa…”
Se refirió a los instrumentos de
políticas culturales con las que tuvo la posibilidad de involucrarse ejerciendo
tareas de alta responsabilidad. Siempre aprendiendo y tratando de sortear los
lugares comunes que entorpecen el desarrollo de la gente y la expansión de sus
capacidades, oportunidades y libertades.
En distintas intervenciones se refirió
a que es positivo fijarse en las buenas experiencias de otros. Pero que -al
hacerlo- es necesario actuar con sabiduría y con pies posados firmemente y
mentes bien centradas en las respectivas y particulares realidades, de manera
que: sepamos qué copiar de manera idéntica y qué adoptar aplicando ajustes
según aquellas condiciones nuestras, que
resultan ser distintas a las del escenario donde se produjo tal o cual práctica
de manera exitosa.
En el salón de reuniones del Consejo de
Rectores, Rodríguez Oliva compartió conocimientos, experiencias y sugerencias
con funcionarios que atienden tareas de Bienestar Estudiantil y de
Responsabilidad Social, en universidades estatales y privadas que forman parte
del mencionado órgano de la Educación Superior.
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