Por: Jordana Cortéz Barnes
Mortalidad infantil,
alteraciones genéticas, cáncer y envenenamiento. El 6 y 9 de agosto, la
humanidad rememora el único caso de uso bélico de armas nucleares en su
historia: el bombardeo de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki por
parte de los Estados Unidos de Norteamérica. Acometimientos de este tipo no
tienen fecha de expiración y hoy, 70 años más tarde, los ataques deben
reconocerse como un crimen sanguinario a la humanidad.
Little
Boy para Hiroshima y Fat Man para Nagasaki fueron las bombas nucleares, que por
órdenes del Presidente de los Estados Unidos en ese entonces (1945), Harry
Truman, se detonaron y lograron ponerle
fin a la Segunda Guerra Mundial, luego de seis meses de intenso bombardeo a
otras 67 ciudades.
Estos
bombardeos atómicos a Japón son considerados como los únicos ataques nucleares
de la historia, que dejaron un sinnúmero de muertes y víctimas con secuelas contundentes
a la salud debido a la cantidad de radiaciones liberadas por las bombas.
La
Universidad de Panamá a través de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles con
el objetivo de conmemorar este afligido aniversario, ocurrido el 6 y 9 de
agosto de 1945, ofrece una Exposición de Fotos informando los diferentes
sucesos acaecidos en estas ciudades.
La
Exposición estará durante varios días, a la
vista de toda la comunidad universitaria en el Vestíbulo de la Rectoría.
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