Por: Olmedo Beluche
A los estudiantes institutores de ayer, hoy y siempre
Conversando conmigo sobre las tantas plagas que el
neoliberalismo y la oligarquía han descargado sobre la educación y el
movimiento estudiantil en los últimos años, la educadora que forjó generaciones
de institutores y, ella misma nacida del momento más glorioso del movimiento
estudiantil panameño, la profesora Diamantina de Calzadilla, me ha sugerido,
casi un como un mandato: "hay que explicarle a los jóvenes de ahora cómo
surgió la conmemoración del Día del Estudiante".
Ella me lo decía porque sabe que conozco la biografía de Carlos
Calzadilla, uno de los fundadores de la Federación de Estudiantes de Panamá
(FEP), gremio que protagonizó incontables gestas de nuestra historia, en
particular de la lucha por la soberanía nacional frente al imperialismo yanqui.
Existen dos fuentes imprescindibles para conocer la historia de aquel
movimiento a través de la biografía de este dirigente popular: "Historia
sincera de la República (Siglo XX)" y "Carlos Calzadilla un patriota
consecuente".
El año clave es 1943, en que un soplo de aire fresco fue
despejando la bruma del fascismo en Europa, con las derrotas que empezó a
sufrir en la Unión Soviética, y una nueva generación de jóvenes impusieron su
ímpetu de lucha por la democracia, la autodeterminación de los pueblos, la libertad
y el socialismo. La juventud panameña no se quedó atrás y empezó a despejar la
modorra tradicionalista de la pequeña ciudad de Panamá, para entrar como actora
central de las luchas de las siguientes décadas.
Ese año, empezaban algunos escarceos estudiantiles contra lo que
consideraban arbitrariedades de la Dra. Georgina Jiménez de López, primera
socióloga panameña, sin que Calzadilla explique en detalle la situación, cuando
cayó como una bomba en medio del Instituto Nacional, donde se albergaba la Universidad
de Panamá, la noticia de que el apreciado profesor Felipe Juan Escobar, había
sido destituido por órdenes del presidente de la república Ricardo Adolfo de la
Guardia "porque le negó un saludo".
Había un precedente: el presidente Arnulfo Arias M., en 1940,
había destituido nada menos que al Dr. Octavio Méndez Pereira, fundador de la
universidad, aduciendo "motivos personales". Así que el capricho y la
arbitrariedad de los mandatarios en la administración pública era habitual por
aquellos tiempos. Pero la generación de 1943, que pasaría a la historia como la
Generación de 1947, por su rechazo a los Tratados Filós - Hines, no iba a
permitir más ese tipo de abusos. Por lo que se declararon en huelga.
"Nuestra actitud de declararnos en huelga en apoyo al Dr.
Escobar, profesor de Derecho Procesal, y de respaldar el principio de
estabilidad de los profesores, a nivel secundario y universitario, provocó el
atropello dirigido por el ministro de Educación, Víctor F. Goytía, desde el
encarcelamiento, destitución de los estudiantes que desempeñaban cargos en el
gobierno y la cancelación de las becas de los que gozaban de ese privilegio, si
no asistían a clases".
Pese a la represión, la huelga estudiantil se prolongó por 26
días. La salida que el gobierno buscó, para no desautorizar al presidente
restituyendo a Escobar, fue la de conceder la Autonomía y el Cogobierno
universitario, mediante un decreto negociado por el asesor del presidente,
Diógenes de la Rosa. "Se despojó al Poder Ejecutivo, el derecho a intervenir
en el gobierno de la Universidad. El Prof. Escobar fue sacrificado en aras de
la estabilidad del profesorado universitario", dice Calzadilla.
Sobre la base de la experiencia de la huelga siguieron
organizados y decidieron conformar un Comité Organizador del gremio
estudiantil, coordinando con estudiantes de secundaria. Junto a los estudiantes
de la Universidad de Panamá, se sumaron los del Instituto Nacional, el Liceo de
Señoritas, Escuela Profesional, el Artes y Oficio, la Normal de Santiago y la
Escuela Rural de David.
El 1 de febrero de 1944 se reunieron delegados de todas esas
escuelas en lo que sería el Primer Congreso, constituyeron la Federación de
Estudiantes de Panamá (aunque el acta de proclamación tiene fecha de
27/3/1944), y eligieron a Federico A. Velásquez como su primer presidente.
"... la FEP que surgió como la mejor escuela de formación
cívica. En todas las agrupaciones federadas, se estudiaba, discutía y se
lograba a cuerdos para poner un alto a la corrupción, exigir el adecentamiento
gubernamental, mejor educación como base en la formación del individuo, mayor
atención a la solución de los problemas de los grupos mayoritarios y al rescate
de la soberanía nacional y aportar soluciones, producto de los más sanos
propósitos" (Calzadilla).
Estas palabras explican bien porque la FEP siempre fue vista
como enemigo principal por parte de los gobiernos, quienes procuraron reprimir
a sus dirigentes, desacreditarlos o corromperlos. Eso explica lo que se ha
venido haciendo en las últimas tres décadas de destrucción sistemática de las
asociaciones federadas, de represión, persecución a los dirigentes y expulsión
con cualquier excusa de los mismos.
Por eso tratan de cerrar el Instituto Nacional, bajo la
administración de Martinelli y la actual. Y por eso están arbitrariamente
detenidos un grupo de institutores. Por eso la política del MEDUCA ha sido
expulsar a los dirigentes políticos y abrir la puerta de las escuelas a los
pandilleros, porque estos último se les maneja con plata.
Al año siguiente de la primera huelga estudiantil, ya organizada
la FEP, en septiembre de 1944, el ministro de Educación Víctor F. Goytía, quien
en su juventud había sido un dirigente "progre" del Movimiento de
Acción Comunal, en un intento fallido por abortar el proceso de organización
estudiantil, pretendió imponer un "contrato de matrícula", por el que
los acudientes de los alumnos se comprometían a que éstos no participarían en
reuniones de la FEP, ni en asociaciones estudiantiles.
El movimiento respondió organizado con huelgas y movilizaciones
forzando la destitución del ministro Goytía junto con su represivo contrato de
matricula, justamente el 27 de octubre de 1944.
Lo cual demuestra la capacidad del movimiento estudiantil de
unirse y producir grandes transformaciones nacionales, siempre que se convoque
por la vía democrática de la participación colectiva mediante asambleas que
debatan y acuerden. Como recientemente se hizo en la Universidad de Panamá en
la lucha contra el examen de barra de los abogados, superando dos décadas de
actuación vanguardista de pequeños grupos de izquierda que realizaban acciones
al margen de la masa estudiantil, a la cual menospreciaban o parecían temerle.
De manera que el Día del Estudiante celebra la destitución de un
ministro de Educación, así como la derrota de sus medidas represivas, por parte
del movimiento estudiantil organizado y movilizado unitariamente, gracias a la
gloriosa Federación de Estudiantes de Panamá. Cuatro años después de esta
lucha, y un año después de la victoria sobre los Tratados de Bases Militares,
Filós - Hines, el secretario general de la FEP, Moisés Pianeta, logró de la
Asamblea Nacional oficializar mediante una ley el Día del Estudiante.
Panamá, 24 de octubre de 2015.
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