BIENVENIDA A LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
La
Universidad de Panamá abre completamente sus puertas para convertirse en el
espacio más intenso y apasionado que tendrá el conocimiento, la sabiduría, la
imaginación y la inteligencia para
provocar, en un proceso renovador, continuo e inmortal, el examen de sus
cimientos, la certidumbre de sus postulados o sólo la agitación, el debate, el
cultivo o la angustia de sus desasosiegos. No habrá desde hoy en este histórico
reducto del saber, ningún recodo por más apartado que parezca o más inaccesible
que pueda revelarse, que permanezca imperturbable ante el fluir y devenir
incesante e impetuoso de ideas, pensamientos o abstracciones. Aquí y ahora la
juventud, esa juventud esperanzadora en un mundo cada vez más incierto pero no
por eso menos optimista, tendrá y encontrará la libertad y capacidad de soñar y
vibrar sin restricción alguna, desde la perspectiva siempre crítica y
contradictoria de un entusiasta artista o de un minucioso científico. Para eso
ha de servir y perdurar nuestra Universidad y toda la obra alcanzada.
Este
inicio de clases se hace en medio de un mundo y de un país donde la riqueza
acumulada y los altos niveles de crecimiento económico logrado en los últimos
años, no han servido para reducir significativamente las desigualdades sociales
y el hambre que padecen en la Tierra más de mil millones de personas. Tiene
lugar además, en un planeta cuyo modelo de desarrollo económico basado
esencialmente en la intensa degradación de los recursos naturales y en su
dependencia de insumos energéticos no renovables, parece demandar una revisión
profunda en su orientación, en su ética y en su visión reduccionista de la Naturaleza
y el planeta; se produce cuando reina un contexto tan lacerantemente injusto,
donde sólo el 20% de la población mundial se aprovecha del 80% de todo lo
producido; cuando cada día que pasa desaparecen para siempre con todo el
conocimiento universal que encierran, más de diez especies de seres vivos; en
un mundo sometido a un aumento alarmante de la erosión de los suelos y de los
recursos genéticos, de la desertificación y de la deforestación y donde se
hacen cada vez más visibles los efectos perjudiciales del Cambio Climático,
fenómeno éste último, que empieza a demostrarnos que hemos llegado a un punto
en que debemos decidir por primera vez como especie, el futuro de toda la
Humanidad.
La
Universidad que hoy les recibe, jóvenes estudiantes, no está tampoco exenta de
dificultades, riesgos, amenazas y peligros. Los procesos de liberalización del
comercio y de la economía que recorren el mundo, han venido imponiendo una
lógica que aparta a la educación como derecho humano fundamental, para medir su
utilidad únicamente por su valor para el mercado o para el capital. De ese modo
se concibe a la educación y principalmente a la educación superior, como
servicio y como negocio, donde suele estorbar el compromiso social, el
pensamiento crítico y hasta los sentimientos patrióticos.
No
obstante, nuestra Universidad al margen de sus dificultades financieras, de las
campañas mediáticas no siempre bien intencionadas, pero sí identificadas
plenamente con los procesos de privatización y tercerización de la educación
superior, no renunciará en lo más mínimo al mejoramiento real y efectivo del
proceso de enseñanza-aprendizaje; a la difusión y restablecimiento de los
valores de la solidaridad y de la cooperación, que la evolución mercantilizada
de la educación pretende hacernos olvidar; a consolidar la inclusión, la
igualdad y las oportunidades educativas universitarias; a reforzar la formación
humanística y social de los estudiantes; a luchar sin pausa contra los
intereses que se afanan por imponernos a través de la educación, una mentalidad
hedonista, individualista y una cultura donde el consumismo, adquiere rasgos
patológicos y alienantes.
Finalmente,
en representación de todas las autoridades universitarias, de su claustro de
profesores y de sus trabajadores administrativos, les damos la más cordial de
las bienvenidas y no los exhortamos a estudiar, les exigimos que lo hagan,
guiándose siempre por un espíritu crítico, innovador y creativo, como
corresponde en un mundo donde nuestra biosfera está tan seriamente amenazada y
donde la educación constituye la garantía más segura además, de estar contribuyendo
decisivamente al proyecto económico, político, social y cultural que la Nación
y el pueblo panameños demanda y que de ustedes espera.
¡BIENVENIDOS
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS!
ELDIS BARNES MOLINAR
Vicerrector de Asuntos
Estudiantiles
14 de marzo del 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario