Fotografía: Ivonne M. Rodríguez
Por: Ivonne M. Rodríguez
Hace rato que no
teníamos la casa llena en el Campus Harmodio Arias Madrid. Por primera vez, en
mucho tiempo, el frío del Domo Universitario no fue un distractor. La distancia
no fue excusa.
El recinto, que tiene
846 sillas disponibles, se quedó pequeño. Más de 900 personas se hicieron
presentes para disfrutar el espectáculo musical de la Orquesta Sinfónica
Nacional; que en esta ocasión estuvo a cargo del director, compositor y
pedagogo, Ricardo Risco.
Las notas y acordes de
las más bellas sinfonías robaron la atención del público. La ejecución sublime
de los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional movió cada fibra de quienes
fueron a disfrutar de su trabajo artístico. El arte lo hizo otra vez: logró
transportarnos a dimensiones desconocidas. Nos hicieron recorrer, así sea
mentalmente, por las bellezas de la vida y la naturaleza.
La Orquesta Sinfónica
Nacional deleitó a la comunidad universitaria con la Sinfonía No. 104 de Franz
Joseph Haydn (1732-1809); el concierto para dos violonchelos y cuerdas de
Antoni Vivaldi (1678-1741); concierto para dos violonchelos y orquesta de Dinos
Constantinides (1929); y cerraron con la obertura de la ópera “La novia vendida”
de Bedrich Smetana (1824-1884).
En su discurso
inaugural el rector de la Universidad de Panamá, el Dr. Eduardo Flores, indicó
que este concierto es el primero de tres que se realizarán en la institución con
el objetivo de vincular a la población universitaria y nacional con la cultura
y el arte. “Nuestro lema es arte y cultura para todos”.
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