“Sólo de la más increíble mujer
sale el más increíble hombre”.
sale el más increíble hombre”.
Walt Whitman
Desde hace poco
más de cien años tiene lugar en casi todo el mundo, la celebración del Día
Internacional de la Mujer. Así cada 8 de marzo, la Humanidad tiene la
oportunidad de rendirle a la figura femenina un merecido homenaje y repasar el
estado de sus reivindicaciones y derechos fundamentales. Solo fue hasta 1977
cuando la ONU, decidió proclamar ese día oficialmente, y no como una dádiva de
los Estados y Naciones hacia las mujeres de todo el orbe, sino como un
reconocimiento justo a las constantes luchas que a lo largo de la historia,
ellas han desarrollado contra la opresión familiar, laboral y social, que sin
justificación alguna o fundamento legal, divino o humano, las ha constreñido a
roles dentro del ámbito privado y siempre dependiente de los hombres.
No hay duda que la
mujer ha alcanzado grandes logros y no pocos avances en el ejercicio de sus
derechos y en la igualdad con sus semejantes. Pero esa mujer que ha sido
inspiración permanente de poetas, crucial en la caída de imperios poderosos y
que ha sido capaz hasta de fundar naciones, sigue aún confrontando en la
actualidad, grandes obstáculos para su integración y desarrollo plenos. En el
mundo de hoy dos de cada tres personas analfabetas son mujeres y el 60 % de los
pobres están constituidos por ellas. Siguen siendo la principal víctima del
desempleo, del empleo precario y de las agresiones familiares; de los salarios
injustos y el estereotipo de las profesiones; de las limitaciones a la
participación política y a la preservación de su salud reproductiva.
La mujer
panameña no está exenta de muchos de estos fenómenos que afectan a sus
similares en otras latitudes. Aquí es cada vez más notorio los abusos físicos y
sexuales contra las mujeres; la discriminación salarial en los empleos y en la
oportunidades de acceder a ellos; la
persistencia machista que sea solo la mujer la que deba alternar entre las responsabilidades
familiares y el empleo fuera del hogar. Es por ello que en este Día
Internacional de la Mujer, resulta oportuno que renovemos la exigencia del
establecimiento de políticas y programas, conducentes a lograr que las mujeres
adquieran el protagonismo que se merecen en los órdenes políticos, sociales, económicos
y culturales del país. Porque al final ninguna obra, ningún proyecto, ninguna
tarea alcanzará el éxito completo, si ella no cuenta con la participación
decisiva y entusiasta de la mujer panameña.
¡Felicidades este 8 de marzo a todas las mujeres
universitarias!
Eldis Barnes Molinar
Vicerrector
8 de marzo del 2013
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