Señora Gladys de Ermosilla,
esposa de nuestro querido Doctor.
Hijos, familiares, amigos
del Dr. Rodolfo Ermosilla Bellido.
Buenas Tardes a todos,
Yo, Pedro Montañez Torres,
mi hermano ya muerto, mi hermana que aún vive, mi esposa, mis nietos y otros sobrevivientes
de la tragedia nacional causada por el veneno de la muerte, el fatídico
dietilenglicol, hacemos acto de presencia en esta sala velatoria para acompañar;
y con mucho respeto, afecto y solidaridad a nuestro mentor y protector
científico el Dr. Rodolfo Ermosilla Bellido.
Quisiéramos que estas
cortas palabras fueran algo más que un resuelto de duelo, y que resultaran lo
suficientemente poéticas, humanas, estoicas, hermosas y magníficas para que
expresen las emociones y los sentimientos encontrados al dolor que hoy sentimos
con tan irreparable pérdida; en realidad nos embarga la más profunda de las
tristezas, y de verdad que queríamos tanto al Dr. Ermosilla que hemos llorado tan
profundamente su partida y extrañaremos siempre su afable y orientadora presencia.
Por lo anterior, sentimos
que se nos fue un arcángel guardián, el protector científico de todos los
sobrevivientes de la tragedia, tragedia que a diferencia de muchos, él entendió
desde el principio y fue solidario en todas sus expresiones con quienes la
vivimos; por ello le manifestamos a la faz del país que estamos y seguimos en
deuda con tan elocuente científico. El
Dr. Ermosilla tuvo la valentía y la honradez científica de proponer un método,
una técnica que ayudaría desde el principio, a superar a nivel toxicológico
todas las incertidumbres y las dudas que a nivel de los diagnósticos generó la
tragedia…a la fecha muchos neófitos de la ciencia no lo han querido aceptar,
quizás por su ignorancia, o quizás por celos, manejos políticos inhumanos mal
intencionado. Yo como afectado, con un
hermano muerto por la misma causa, y con una familia traicionada por la vida e
igualmente afectada, lamentamos esta falta de visión y de sensibilidad humana;
hoy reconozco públicamente que el método, la técnica del Dr. Ermosilla es la
más científica, y además la más sensitiva, así lo demuestran todos los datos
que acumuló este científico que vivió la experiencia del dietilenglicol que
sucedió en Colón en 1960 hasta los recogidos en la fatídica experiencia vivida
en el año 2005.
Lamentamos la falta de
reconocimiento a un trabajo tan científico y certero, y hacemos un llamado a
todas las autoridades que manejan la tragedia para que agoten el cinismo y la
deshumanización dando cabida al caso expedito por la propuesta del Dr.
Ermosilla y reconozcamos el legado que nos dejó – nosotros los sobrevivientes,
reconocemos, y ese es nuestro homenaje a su sabiduría, que el método por usted
propuesto no solo es el mejor, es el más científico…con el tiempo el pueblo de
Panamá hará justicia y reconocerá la sabia creación del Dr. Ermosilla, porque
ayudó y dio verdaderas explicaciones de diagnósticos a todos los involucrados
sobre este triste evento.
Querido, y magnífico Dr.
Rodolfo Ermosilla Bellido, hoy estamos aquí para despedirlo, acompañar a sus
familiares, y ser humanamente solidarios con usted, con ellos y con todos los
que los queremos, decirle que lo extrañaremos, decirle un hasta luego a un gran
maestro de la ciencia, a un arcángel de la verdad…los sobrevivientes de la
tragedia del dietilenglicol le estaremos eternamente agradecidos por sus
palabras llenas de verdad.
Hasta luego doctor, este
aplauso es para usted en su memoria y su legado de la creación científica que
nos hace sentir plenamente orgullosos.
Muchos Gracias!
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