Impera en nuestro país -y en
otras latitudes del mundo- la necesidad de restaurar la memoria de la dignidad.
Así mismo, de rescatar valores y sentimientos de amor a la patria y
sensibilidad respecto a nuestros semejantes. Esta afirmación es válida y es
aplicable en (a) diversidad de aspectos de la vida.
-Al Congreso Anfictiónico de
Panamá convocado por Simón Bolívar, que /celebrado entre junio y julio de 1826/
buscaba forjar la unión o confederación de América. Y,
-Al Congreso Estudiantil
Bolivariano, organizado por la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP), queriendo
conmemorar así, el centenario del malogrado Congreso Anfictiónico de Panamá que
en 1826.
Ambos fueron efectuados en la Ciudad
de Panamá. La sede de éstos fue el Salón Bolívar (del actual edificio de la
Cancillería de la República): El objetivo principal era el mismo: la
integración de las naciones y pueblos de América.
Sobre estos importantes
eventos, traemos a colación unas líneas redactadas por Pedro Rivera Ramos:
Cuando nuestra República
contaba con solo veintitrés años de existencia, la Federación de Estudiantes de
Panamá convocó y realizó entre el 22 al 26 de junio de 1926, el Primer Congreso
Estudiantil Bolivariano.
Este Congreso que fue
presidido por Octavio Méndez Pereira, sesionó en el Aula Máxima del Instituto
Nacional y en la sala capitular del convento de San Francisco. La historia
recoge que asistieron alrededor de treinta y seis delegaciones, principalmente
latinoamericanas, además de los Estados Unidos, Inglaterra y Holanda.
De modo que (…) en ocasión del
noventa aniversario de tan trascendental cita continental, nuestra Universidad,
que aún para aquella época era solo una aspiración de un puñado de soñadores,
encontró en ese encuentro una fundamentación más completa de su necesidad
imperiosa.
Rivera Ramos sostiene que es
precisamente esta Primera Casa de Estudios Superiores, la que debe asumir como
iniciativa institucional, la convocatoria del Segundo Congreso Estudiantil
Bolivariano.
Luego de citar las palabras de
este conciudadano, esta redacción secunda como acertada y afortunada esta
sugerencia, considerándola como un reto para los integrantes del reducto de
panameños que integran (sin etiquetas, ni tintes) las filas de patriotas e
internacionalistas. Redacción Ángel Molina, imágenes Ricardo Trujillo
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