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jueves, 25 de octubre de 2018

Drogas, pandillerismo y violencia: ruta macabra


                            
 






                                                                          

(Redacción y foto Ángel Molina) Mientras un sector mayoritario de la población panameña, procura buena vida para sí y su familia, a través de actividades sanas y honradas, otros seres humanos eligen como alternativa para lograr ese propósito, la comisión de delitos en múltiples formas. Así lo reveló Víctor Girón, funcionario de la Policía Nacional, en la conferencia “Drogas, Pandillerismo y Violencia” organizada por la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles (VAE) de la Universidad de Panamá, a través de la Dirección de Bienestar Estudiantil.


Teniendo como escenario el Auditorio la Facultad de Informática, Electrónica y Comunicación, minuciosamente, expuso la facilidad con la que hombres y mujeres del crimen organizado, obtienen ganancias económicas a través de la venta y tráfico de sustancias adictivas ilegales. Como ocurre en distintas latitudes del mundo, al mantenerse una distancia abismal entre las ganancias que obtiene un empresario, o un productor/comerciante de alimentos u otro rubro, y las cuantiosas ganancias pecunias que recibe una persona al involucrarse en una de las facetas inherentes al narcotráfico.


Así las cosas, muchas personas sucumben y renuncian a su actividad usual, para ganar a corto plazo fuertes sumas de dinero. Esa tentación atrae, hipnotiza, deslumbra a niños, jóvenes, humanos de mediana edad, adultos, adultos mayores. A empresarios. Así mismo, en algunos casos, funcionarios que -formalmente- debiesen trabajar combatiendo ese flagelo.


No sólo se trata de la comercialización y traslado de las sustancias ilegales. También hay trabajos más delicados, como ejercer funciones como sicario. Estos deben asesinar, por encargo, al rival de otra banda, al sospechoso de traición o a quien es inculpado de haberse apropiado de un cargamento de sustancias ilícitas.


Por otro lado, personas que han mantenido durante gran parte de su vida una conducta decente, consienten que un delincuente utilice su nombre para realizar la compra de un carro lujoso, que será utilizado para cometer delitos de distintos niveles de gravedad.  
Girón destacó que creció en un vecindario en el que vivían dos vendedores de droga. Le rodeaba un ambiente en el que abundaba la actividad delictiva. Una escuela permanente del mal hablar y actuar.


No obstante, su madre jugó el papel que debiesen protagonizar los padres o  adultos a cargo de educar a los niños. Gran parte de la salvación de la sociedad reposa sobre los progenitores.


Predicar y protagonizar con tales mensajes y hechos, que hagan contrapeso a toda la presión que ejercen los reclutadores a un viaje hacia la vida desdichada.           


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